Fijar un botón de izquierda a derecha (hombres) se supone que es más fácil para las personas diestras que para zurdos. La razón de la variación de genero no se conoce por seguro, pero una amplia aceptación a que los botones de las mujeres estén al revés viene de los tiempos medievales, en esos días era común para las mujeres que las vistieran sus sirvientes, que eran típicamente diestros.
Otra alternativa popular es que los hombres tenían que mantener su mano derecha dentro del abrigo para estar listos cuando se fuera a usar la espada, y las mujeres usaban el lado izquierdo en sus vestidos para proteger a sus bebés cuando los alimentaban.
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